jueves, 6 de marzo de 2014

El problema de la inmigración ilegal

Hoy se cumple un mes de la muerte de quince inmigrantes cuando intentaban llegar a Ceuta nadando desde Marruecos. Por todos es sabido lo que ocurrió esos días: mentiras del ministro de Interior y de la Guardia Civil sobre el uso de pelotas de goma, quejas de ONGs, presiones para que se investigara lo sucedido... Por el momento nadie se responsabiliza de lo que pasó, se da por bueno que las muertes fueron por ahogamiento y tanto marroquís como españoles se lavan las manos. En España al menos se ha tomado la medida de no disparar contra nadie. Algo es algo. Desde entonces, raro ha sido el día en el que no se hayan producido nuevos intentos de entrar en territorio español a través de diferentes puntos de Ceuta y Melilla.

Este tema es bastante complejo y muy dificil de tratar. La ley dice que cuando un inmigrante consigue pisar suelo español no se le puede echar "en caliente", es decir, en el momento, sino que debe iniciarse un proceso de expulsión. Con Marruecos, por ejemplo, España tiene un tratado por el que el pais africano debe readmitir a los inmigrantes, siempre que se pruebe que provienen de allí. El problema es que la mayoría llegan aquí indocumentados y cuando se les pregunta, ellos que son muy listos, se niegan a dar su nombre y a revelar su procedencia, por lo que las autoridades españolas no tienen a donde repatriarlos. 

Ante semejante panorama, no queda otra opción que darles cobijo. Se les interna en un centro de inmigrantes, en teoría, a la espera de ser deportados, cosa que no suele suceder. En función de la ocupación de esos centros y de las necesidades de espacio, van siendo trasladados a diferentes ciudades de la península, donde terminan viviendo de forma irregular. Llegados a este punto, hay un descontrol total por parte de las autoridades. Cierto es que llevan tiempo desbordados ante la masiva llegada de ilegales -Interior afirma que cerca de 80.000 esperan en Marruecos y Mauritania una oportunidad para entrar en España-, pero eso no justifica que les suelten por el territorio español y se olviden de ellos.

Ilegales o no, los inmigrantes tiene derechos como cualquiera de nosotros, y no se les puede cortar el paso de cualquier forma. Pero tampoco se debe acoger sin control a todos los que vienen. Es aquí donde surge el conflicto, una papeleta muy dificil de solucionar. España centra todos sus esfuerzos en ponérselo difícil a los que desean entrar en España, incluso pide ayuda a gritos a Europa. Pero quizá la solución no sea empeñarse en que no vengan, sino pensar en por qué lo hacen. Y esos que tienen tanto poder, deberían utilizarlo para acabar con las injusticias y abusos que sufren millones de personas en el continente africano, situaciones desesperadas que hacen que se la jueguen en busca de una vida digna. De ser así, quizá no saldrían huyendo como lo hacen.

2 comentarios:

  1. El no control de las entradas masivas, el internamiento en centros de acogidas y posterior desplazamiento a otros lugares del pais origina a la larga el tema de otro de tus articulos AYUDAS SOCIALES.
    Siempre me pregunto cuando voy a otro pais tengo que presentar mi documentación y pasar un control, y si no cumples su normativa no entras, si saben por donde pasan (que lo saben) un puesto de aduanas seria lo ideal quizas una utopía pero cuando se
    quiere realmente controlar algo se logra

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