martes, 14 de mayo de 2013

A mi hermana

Una emotiva historia me ha llamado hoy la atención en mi repaso diario a la prensa. Se trata de un hecho que ha sucedido aquí mismo, en el País Vasco, cerca de donde yo vivo. Dos mellizos se han agarrado de la mano cuando les han puesto juntos en una cuna nada más nacer. Recordar que los mellizos son dos embriones que comparten los nueve meses de gestación pero cada uno se desarrolla en una bolsa amniótica diferente, sin ningún tipo de contacto. Pues bien, parece que estos dos hermanos -Danel y María- han estado más unidos de lo que cabría esperar, al menos emocionalmente. Y en cuanto se han conocido lo primero que han hecho ha sido cogerse la mano.

Después de leer la noticia no he podido evitar pensar en mi hermana. No somos gemelas, ni mellizas, ni siquiera nos llevamos poco tiempo. Nos separan cinco años, que ahora que ya somos adultas no se nota tanto, pero cuando éramos pequeñas era todo un mundo. Sobre todo para ella, que es la mayor y tenía que cargar conmigo. La diferencia de edad y nuestros diferentes caracteres -somos polos opuestos en casi todo- han hecho que no hayamos sido las mejores amigas, pero siempre hemos sido y siempre seremos algo mucho más importante: hermanas. No me puedo imaginar mi vida sin mi hermana. Aunque a veces nos llevemos mal, discutamos y nos gritemos, nunca se me olvidará que ella es mi hermana y que siempre ha estado ahí. Es de las pocas personas que me acompañan desde que nací, con ella he compartido mi infancia, todos los momentos en familia, la vida con nuestros padres. 

Creo que quien tiene un hermano tiene muchas razones para ser inmensamente feliz por ello. O al menos quien tiene la suerte de poder contar con él a su lado, porque muchos no se hablan o simplemente no tienen una buena relación. Es una pena. Considero una suerte contar con alguien con quien vivir cada situación del día a día, en quien poder apoyarse cuando se dan trances familiares y con quien poder recordar, una vez llegados a la vejez, toda una vida juntos. Nadie puede comprender como un hermano cómo nos sentimos a lo largo de esa vida, solo por el hecho de vivirla con nosotros. Ojalá el gesto tan cariñoso que han tenido Danel y María sea el presagio de muchos años de amor y apoyo mutuo.

3 comentarios:

  1. Precioso! Me encanta

    ResponderEliminar
  2. Es verdad un hermano/a es para toda la vida porque de esos no te puedes divorciar, pero hay cada uno que ........ solo debemos recordar las fechas navideñas y los lios que se forman MJ

    ResponderEliminar